Los siguientes hábitos saludables pueden disminuir el estrés y reducir la probabilidad de padecer dolores de cabeza:
- Consumir una dieta saludable.
- Dormir bien.
- Adoptar posturas adecuadas.
- Hacer ejercicio apropiado a nuestra edad y estado físico regularmente.
- Estirar y masajear el cuerpo a diario, especialmente la zona del cuello y hombros.
- Relajarse a diario utilizando la meditación, la respiración profunda, el yoga u otras técnicas.
- No fumar.
- Utilizar gafas apropiadas, de ser necesario.
Y acudir regularmente a tu quiropráctico para recibir un chequeo espinal.
Todo esto no conlleva ningún efecto adverso. En cambio, ¡mira sólo algunos ejemplos de a lo que te puede llevar consumir fármacos regularmente...!
- Zumbido en los oídos.
- Pérdida de audición.
- Somnolencia.
- Dificultad para respirar.
- Problemas renales.
- Alergias.
- Sarpullido.
- Acidez y malestar estomacal que desembocan en úlceras.
- Sangrado y perforación del intestino.
Los fármacos cambian la química del cuerpo creando un desequilibrio interno que ¡tarde o temprano tendrá sus consecuencias!