El dolor de espalda es, junto con la gripe, la primera causa de baja laboral en España. Según un informe de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, los problemas de espalda afectarán entre el 60 y 90% de personas durante su vida laboral. Además, la tasa de recaídas es muy alta, del 20 al 44%. Hay que recordar que las malas posturas en la infancia adelantan la aparición de dolencias lumbares en el 90% de los casos, según un estudio de la Sociedad Española de Cirugía Traumatológica. Cada año se dan dos millones de consultas por dolor lumbar. En España, el dolor crónico afecta a casi el 20% de la población.
Más de 6 millones de españoles consumen antiinflamatorios. De ellos, uno de cada 4, o lo que es lo mismo un millón y medio, acaba sufriendo efectos gástricos adversos debido a los efectos secundarios de estos fármacos. Se calcula que la ingestión de antiinflamatorios provoca unas 120.000 úlceras y unas 40.000 hemorragias digestivas anuales. Estas cifras las recoge el Informe Episer 2000, realizado por la Sociedad Española de Reumatología (SER). Además, el mismo informe afirma que más de 55.000 trabajadores se ausentan de su puesto de trabajo al menos un día por problemas gastrointestinales. Si comparamos los costes sanitarios que cada año genera la medicina tradicional con los derivados del cuidado quiropráctico, se observa además de un ahorro considerable con este último, un aumento en las tasas de salud y calidad de vida. La Universidad de Olnand, en el Estado de Michigan, realizó un estudio que destaca que los pacientes que recibieron exclusivamente cuidado quiropráctico o los combinados con tratamiento médico, generaron un coste inferior en mil dólares a los que sólo se sometieron a tratamiento alopático.
En 1985 en la Universidad de Saskatchevan, un estudio demostró que el 81% de un grupo de 283 pacientes declarados como casos de incapacidad total, al ser ajustados quiroprácticamente, quedaban liberados de sus síntomas después de una sesión diaria de ajustes quiroprácticos. Por su parte, el doctor Richard Wolf cuantificó los costes derivados de la medicina tradicional y los generados por la Quiropráctica. En el estudio trató a dos grupos con la misma preocupación: su incapacidad para acudir a su lugar de trabajo debido a su estado de salud. Al primer grupo se le trató alopáticamente y al segundo quiroprácticamente.
Los resultados fueron espectaculares en favor de la Quiropráctica en porcentajes superiores al 50%, en cuanto a bienestar y ahorro.
Los pacientes del grupo médico perdieron 32 días de trabajo, mientras que los cuidados con Quiropráctica se ausentaron de su puesto laboral 15,6 días. Bajo cuidado quiropráctico los trabajadores acudieron a su trabajo en el 47,8% de los casos, mientras que sólo lo hizo un 21% de los tratados médicamente. Cogieron bajas superiores a los dos meses un 13,2% de los casos frente al 6,7% de los cuidados quiroprácticamente. El coste mensual de los primeros ascendió a los 2.600 dólares mientras que el del grupo cuidado con Quiropráctica fue de 1.370 dólares, 1.230 dólares menos. A la vista de estas cifras la Quiropráctica resulta ser efectiva en el mantenimiento y potenciación de la salud y la calidad de vida con costes inferiores en un 50% a los generados por la medicina tradicional.