Dado que la Quiropráctica actúa sobre el sistema nervioso y que éste tiene un control directo sobre el sistema inmunológico, la Quiropráctica ayuda a mejorar su "sistema de defensas".
De hecho, el doctor en quiropráctica, corrigiendo las subluxaciones o interferencias nerviosas, permite restablecer la conexión entre el sistema nervioso (cerebro, médula espinal y nervios) y los órganos del sistema inmunológico. Resultados: un cuerpo más capaz de adaptarse a nuestro entorno siempre cambiando, ¡un cuerpo más fuerte!
Las investigaciones lo confirman:
Los sistemas inmunológicos de individuos bajo cuidado quiropráctico experimentaron una mejoría del 200% en la respuesta de su sistema inmunológico, en comparación con aquellos individuos que no recibieron cuidados quiroprácticos, y de 400% en comparación con aquellos pacientes con cáncer.
Fuentes: Dr Ronald Pero, Phd., New York Universit Medical Research Department.